Entradas

Mostrando entradas de 2019

Hope.

Sentía que mi telón se bajaba para no volver a subirse más, que ya la mala suerte conmigo estaba echada, que ya nada merecía la pena. Y con miles de heridas en mi piel, algunas doliendo más que otras, seguí adelante aunque ya no quisiera caminar con esa rapidez con la que un día lo hice. Pero conforme iba pasando el tiempo fui recuperando mis ganas de todo, aprendiendo que si la vida y las situaciones te obligaban a cerrar puertas para poder continuar y crecer, que era lo más conveniente. Y caminé . Esas heridas se convirtieron en cicatrices, en marcas de guerra que me recuerdan por dónde pasé y por dónde jamás, por suerte, volvería a pasar. Sabía que aquel porvenir que me esperaba no era por pura casualidad, bueno, ni sabía si ya estaba ahí. Y un día, sin esperarlo: llegaste tú. Apareciste cuando menos me lo esperaba, como un huracán interno revolucionaste todas mis emociones, mi pas...

Carta a la maldita Inseguridad

Imagen
Cuando todo parece ir a mejor, cuando crees que todo es perfecto, cuando gastas más en sonrisas que en lágrimas, cuando crees que te quieres y por fin te aceptas...  Llega ella para recordarte porqué no puedes ser feliz del todo. Personificada o no, parece como si de un manotazo te robara todo aquello que llevabas construido, como si lo que ya creías logrado desapareciera con un "jamás podrás estar a gusto con todo" por bandera. La inseguridad nos conquista, y una vez llega a nuestras vidas es una jodida inquilina que no nos dejará de habitar a lo largo de nuestra vida, con su maldita intermitencia.  Te reitera que nunca serás lo suficiente para nada ni nadie, que siempre habrán otras personas que te reemplazarían fácilmente al mínimo despiste, que no mereces nada de esta vida que sea bueno, que lo único a lo que deberías aspirar es a ser una infeliz disconforme con la realidad que le toca afrontar a diario. Pero... ¿y si le reiteráramos nosotros que ...

Resurgir, perdonarnos y volver en sí.

Imagen
Nos preocupamos demasiado por agradar, por hacer reír a los que nos importan, por dar consejos que sabemos perfectamente nosotrxs mismxs que deberíamos aplicárnoslos primero en nuestras vidas. Pasamos constantemente nuestra vida desvalorizando en su mayoría lo que hacemos, lo que tenemos, a quienes tenemos a nuestro lado, pidiendo perdón a personas que no merecen nunca más ni un minuto de nuestro tiempo ni pensamiento , ni siquiera que vayamos detrás suplicando perdón para hacer que su ego crezca y, con ello, nuestro sentimiento de culpa . Estos meses -y años, porque dejé de lado el blog- me han servido para reflexionar cuánto tiempo malgastamos en quejarnos por nuestra vida , porque algo que queremos no nos salga bien porque cometamos errores o por causas ajenas a nosotrxs, porque alguien nos niegue su perdón y nuestro arrepentimiento, porque nos hayan dejado de lado , etc. No obstante, ¿has pensado en las veces en la que deberías pedirte perdón a ti mismx por fallarte, po...