Nada.
En ocasiones, no conseguimos lo que nos proponemos en esta vida. Esto puede suponer un dolor agudo en nuestro ego y en nuestra mente, y se recrea en la desilusión de nosotros mismos, y es así que sientes que te destruyes poco a poco hasta hacerte polvo.
Es difícil reconstruir tus ilusiones después del golpe más duro que te da la vida. La gente siempre va a decepcionarte, ¿verdad? Nunca nadie va a salvarse de darte una decepción a lo largo de tu vida, y lo peor es que siempre será de las personas que más te importan...
La decepción es otra de esas hijas de la gran puta: llega a tu vida camuflada de comodidad y esperanza y cuando menos te lo esperas, muestra su verdadera cara y te clava en lo más hondo de tu corazón, transformándose en un jodido puñal que te deja muerta en vida.
Vamos a ver, ¿para qué diantres sirve mentir, si al fin y al cabo, el ser humano henchido de curiosidad destapará la verdad? La gente miente con tal de sacarte una sonrisa, TODOS alguna vez hemos mentido, indiferentemente de que si existe "piadosidad" o no en este hecho tan vil.
No hay nadie que se salve de decepcionarte, todos a lo largo de esta vida van a hacerlo. Nada es perfecto, ni mucho menos nadie: ni él, ni ella, ni tú, ni yo somos perfectos.
¿Podría ser que, de alguna forma, todos somos lobos disfrazados de cordero o cianuro disfrazados en dulces caramelos? Rotundamente así es. Todos queremos el jodido egoísmo como bien primario de ésta vida, y si así tenemos que ser falsos o ser como sanguijuelas con las personas que nos quieren de verdad, lo somos. Aquí, el egoísmo no entiende de amar, de odiar, de familias, de matrimonios, de parejas...
¡De nada en lo absoluto!
Quizá estas aclaraciones parezcan de carácter pesimista, muy de Baudelaire y salpicados con un poco de Spleen, del gusto por la nada... Pero es así, hay veces en ésta vida que vamos a tener tal grado de desconcierto y decepción que, ni la vida y la proximidad de la muerte, cobran sentido...
Les dejo con un poema de Baudelaire, uno con los que yo me siento muy identificada en estos instantes, y que va acorde en cuanto a cómo nos sentimos en la actualidad, y cuando, también, nos decepcionan y aparece la malparida decepción, su confidente la mentira y demás. El poema se titula Nada y es del amante del Spleen y uno de los mayores literatos de la Literatura Universal, Charles Pierre Baudelaire. Antes de cerrar éste post, le querría dar enormemente las gracias a la profesora María Ríos, quien me impartió la materia de Literatura Universal en 2º de Bachillerato, y a quien le agradezco también el haber hecho las clases tan amenas y completas, y de las que muchas personas que hemos tenido la oportunidad de tenerla como profesora, vamos a echarlas y a echarla muchísimo de menos.
Sin más, aquí les dejo el poema. Buen provecho :)
¡Triste espíritu, antaño amante de la lucha,
la Esperanza, cuya espuela excitaba tu ardor,
no quiere ya montarte! Échate sin pudor,
viejo caballo cuyas patas tropiezan en todos los obstáculos.
Resígnate, corazón mío; duerme tu sueño de bruto.
¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues, cantos del metal y suspiros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!
¡La adorable Primavera ha perdido su olor!
Y el Tiempo me devora minuto tras minuto,
como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
contemplo desde lo alto el globo de su redondez,
y ya no busco en él el abrigo de una choza.
Avalancha, ¿quieres arrastrarme en tu caída?
Charles P. Baudelaire - "El gusto por la nada"
La decepción es otra de esas hijas de la gran puta: llega a tu vida camuflada de comodidad y esperanza y cuando menos te lo esperas, muestra su verdadera cara y te clava en lo más hondo de tu corazón, transformándose en un jodido puñal que te deja muerta en vida.
Vamos a ver, ¿para qué diantres sirve mentir, si al fin y al cabo, el ser humano henchido de curiosidad destapará la verdad? La gente miente con tal de sacarte una sonrisa, TODOS alguna vez hemos mentido, indiferentemente de que si existe "piadosidad" o no en este hecho tan vil.
No hay nadie que se salve de decepcionarte, todos a lo largo de esta vida van a hacerlo. Nada es perfecto, ni mucho menos nadie: ni él, ni ella, ni tú, ni yo somos perfectos.
¿Podría ser que, de alguna forma, todos somos lobos disfrazados de cordero o cianuro disfrazados en dulces caramelos? Rotundamente así es. Todos queremos el jodido egoísmo como bien primario de ésta vida, y si así tenemos que ser falsos o ser como sanguijuelas con las personas que nos quieren de verdad, lo somos. Aquí, el egoísmo no entiende de amar, de odiar, de familias, de matrimonios, de parejas...
¡De nada en lo absoluto!
Quizá estas aclaraciones parezcan de carácter pesimista, muy de Baudelaire y salpicados con un poco de Spleen, del gusto por la nada... Pero es así, hay veces en ésta vida que vamos a tener tal grado de desconcierto y decepción que, ni la vida y la proximidad de la muerte, cobran sentido...
Les dejo con un poema de Baudelaire, uno con los que yo me siento muy identificada en estos instantes, y que va acorde en cuanto a cómo nos sentimos en la actualidad, y cuando, también, nos decepcionan y aparece la malparida decepción, su confidente la mentira y demás. El poema se titula Nada y es del amante del Spleen y uno de los mayores literatos de la Literatura Universal, Charles Pierre Baudelaire. Antes de cerrar éste post, le querría dar enormemente las gracias a la profesora María Ríos, quien me impartió la materia de Literatura Universal en 2º de Bachillerato, y a quien le agradezco también el haber hecho las clases tan amenas y completas, y de las que muchas personas que hemos tenido la oportunidad de tenerla como profesora, vamos a echarlas y a echarla muchísimo de menos.
Sin más, aquí les dejo el poema. Buen provecho :)
¡Triste espíritu, antaño amante de la lucha,
la Esperanza, cuya espuela excitaba tu ardor,
no quiere ya montarte! Échate sin pudor,
viejo caballo cuyas patas tropiezan en todos los obstáculos.
Resígnate, corazón mío; duerme tu sueño de bruto.
¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues, cantos del metal y suspiros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!
¡La adorable Primavera ha perdido su olor!
Y el Tiempo me devora minuto tras minuto,
como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
contemplo desde lo alto el globo de su redondez,
y ya no busco en él el abrigo de una choza.
Avalancha, ¿quieres arrastrarme en tu caída?
Charles P. Baudelaire - "El gusto por la nada"
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