Derrumbe.
Cuando las fuerzas flaquean, las lágrimas brotan de tristeza, los desencuentros son frecuentes por cualquier nimiedad. Cada vez que van resquebrajándose cada uno de los cimientos que fuimos construyendo por años, llega un momento en que la base se tambalea tanto y hay que marcharse de allí cada uno por su lado para evitar el tan temido derrumbe que nos destruya del todo.
Estuve, por mucho tiempo, aguantando el muro de carga, sin dudar en ningún momento en que también, a tu forma, lo intentaste. Intentamos abrazarnos muy fuerte para que esto no terminara por reventarnos, para que el muro no cayera y la casa quedara hecha pedazos.
Tenazmente y con el corazón hecho un desastre, decidí que lo mejor era salvarnos de aquello. Salvarte de mí y salvarme de ti.
Aunque creas o te hagan pensar que esto no me duele por ser yo la que le puso punto y final, claro que duele. A pesar de que ya el duelo apenas me duela porque ya nada me afecta, creo que es la decisión que mejor pude tomar para salvarnos del abismo.
En esa casa que construimos, ya en ruinas, quedaron sueños por cumplirse, objetivos que ya no llegarán a hacerse realidad, recuerdos que siempre llevaremos para bien o para mal, lágrimas de alegría y tristeza, mucho dolor por los daños propios, nuestros y colaterales.
Quedaron sueños rotos que ahora recordaré con cariño. Al igual que todo lo que he aprendido para bien o para mal en estos años. No queda rencor, solo nostalgia. No queda amor, solo gratitud por lo vivido y entregado.
Quiero que seas y que seamos felices, nos lo debemos, aunque sea por separado. No te guardo nada de resquemor, ni rencor, ni siquiera odio; sólo siento gratitud por tus años en mi vida y por esto que ya no está.
Ahora toca hacernos cargo de nuestro corazón en ruinas y rearmarlo con tesón y amor propio y rodeándonos de lo que más nos haga felices.
Sé feliz, que todo lo bueno se te cumpla y que nada malo te pase. Que te quieran todo lo que yo no supe quererte y necesitabas en alguien que te quisiera. Que nadie más borre tu sonrisa y que te quieras mucho.
Sin más, gracias. Gracias por todo. Te debía y nos debía estos párrafos para cerrar este ciclo.
Comentarios
Publicar un comentario